Comunicación y asertividad.
Hoy quiero compartir en esta primer entrega por esta vía, una tema con mis Familias Conectadas que resulta importante para mi ya que durante años me ha provocado tragos dolorosos y que además es algo en me equivoco muchas veces.
Hace ya algunos años, llegó a mi vida la Disciplina Positiva como una señal divina para realizar cambios en cómo estaba guiando a uno de mis hijos.
Ésta nueva manera de ver la vida y la educación, la disciplina positiva me proponía ver "Los errores como maravillosas oportunidades de aprendizaje".
Así es, lo creo firmemente... pero también me pregunto si se puede equivocar tantas veces que pueda ocasionar que te des por vencido?
Muchas veces veo que hay circunstancias acomodadas y entrenadas marcadas por las herramientas necesarias que traen beneficios en la relación con mi hijo y por otro lado también veo que he dejado fuera a todas las personas que me rodean. y esto me causa estrés y recaigo en patrones viejos.
A veces, ya me resulta normal este ir y venir, y estar herida y frustrada.
Considero que me debo hacer un alto para observar y escuchar desde mi corazón porqué no funcionan todas las veces.
En realidad, estos sentimientos y emociones ante las situaciones se pueden evitar y podemos crearnos una vida en que la "norma" sea el respeto mutuo, la comprensión y la colaboración.
La comunicación (mi talón de Aquiles hasta ahora) es importante, para todos, ya que como seres sociales claro que nos comunicamos de manera natural con los demás, lo complicado viene cuando lo hacemos de manera que herimos o faltamos al respeto a los que nos rodean o permitimos que suceda a la inversa, hacía nosotros.
Y así me sucede...
Siendo consciente, con las herramientas y con la preparación o conocimiento acerca del tema, me he enfrentado a que no me sirven de nada si se pierde el control.
Esto genera caos y desequilibrio primero para mí y luego para mi entorno.
Ahora, claro que no siempre tiene que resultar todo de manera perfecta, esto lo he aprendido en la marcha. Hay que dejar que las cosas sucedan, confiar en el proceso y en el entrenamiento y trabajo que se hace de forma previa.
La comunicación es un reto que tengo pendiente resolver. Por ello esta entrega va dedicada a la COMUNICACIÓN.
Y de nueva cuenta llega a mis manos una enseñanza en forma de libro Comunicación No violenta salido de las manos de Mashall Rosenberg, quien con mucho respeto, empatía y asertividad me orienta en este tema.
Primero para llegar a buen término (espero) quiero definir que es la comunicación.
Este es un proceso de "intercambio y de interacción".
Pues sí, intercambiamos ideas, sentimientos y experiencias, donde vamos moldeando actitudes, conocimientos y conductas ante la vida, que cada vez que lo realizamos ofrecemos a los demás.
Es un dar y recibir.
Aquí viene mi pregunta personal, ¿Esto que intercambio es lo que realmente quiero de vuelta?
Claro que no... este enfoque de Rosenberg de una comunicación no violenta me conecta con cada una de sus palabras.
No solo es abrir la boca y arrojar las palabras, no solo hablar por hablar. Es dar a la otra persona que nos escucha lo que somos, lo que sentimos, cómo vemos la vida o cómo la entendemos.
Como Marshall R. decía: "la comunicación es un dar desde el corazón".
Pero ¿Cómo llegamos allá? pues hay cuatro componentes que nos llevan por este camino.
Observación, sentimiento, necesidades y petición.
Sergio García en su guía de Comunicación No Violenta menciona que: "Los seres humanos tienen malas costumbres: primero miran el envase y luego el contenido, a menudo prefieren mirar la presentación en vez de saborear el plato tan bueno que se les sirve... Hay que decir que el sistema capitalista moderno invita a las personas a limitarse a tener juicios moralizadores (que son más rápidos y fáciles) en vez de tomarse el tiempo de cercar los demás e intentar entender sus deseos y esperanzas. La influencia sociocultural es innegable: el comportamiento humano hacia sus próximos está lleno de muy malos hábitos de comunicación".
Es cierto, somos seres que tenemos muchas capacidades y las usamos de manera inadecuada: Vemos pero no observamos, oímos pero no escuchamos, sentimos y siempre queremos, pero no entendemos para qué?
Así que es bueno decir que podemos ampliar nuestra habilidad de comunicarnos siendo claros cuando nos expresamos ya sea verbalmente o por otros medios, pero además percibir de las otras personas lo mismo.
Nos conectamos con los demás percibiendo primero lo que ellos observan, sienten y necesitan, y podemos ir descubriendo después en qué enriquecerá su vida recibir lo que nos piden, su petición.
Por otro lado, lo que se llama Asertividad, acompaña a la comunicación siendo la capacidad de expresar lo que sentimos, pensamos, creemos o necesitamos sin ofender al otro, debido a que consideramos los derechos propios y de los demás.
Lo anterior nos permite abrir la posibilidad del diálogo. Nos permite ser compasivos y a la vez empáticos porque tenemos una actitud positiva a la hora de relacionarnos.
Nos permite defender nuestra opinión y pensamiento sin descalificar, reprochar o enfrentar.
Nos podemos defender sin agredir y sin ser pasivos frente a conductas que consideramos poco cooperadoras, razonables o inapropiadas.
Somos conscientes de que tenemos derechos y hemos de respetarlos para que fluya este Dar y recibir.
Por ello, ¿Damos con el corazón al momento de comunicarnos, incluso con nosotros mismos? o ¿nuestro dialogo necesita entrenar más?
Aprendamos, comuniquemos... Desde el Corazón 💓
Autor: Fabiola Sánchez
Para: Familias Conectadas
Continuará...
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